Pintor y escultor autodidacta, sus obras se caracterizan por la combinación de voluntad e intuición en la investigación plástica, creando una obra de gran calidad técnica, fuerte seducción y mensajes subyacentes. Aunque asegura que el realismo es el resultado de la práctica diaria, su talento fue descubierto a una edad temprana (a los 14 años recibió los primeros premios) y se completa con una personalidad de valores sólidos y sencillos, que aplica siempre en sus cuadros entre el realismo y ciertos conceptos surrealistas, combinando una poderosa presencia formal con una calidad que no deja indiferente. Su hiperrealismo puede parecer una imagen directa, una textura directa y un sentimiento directo, pero se deja llevar por un sutil juego de seducción.